Según el informe más reciente de la ONU sobre urbanización, para 2050 el 68 % de la población mundial se habrá mudado a áreas urbanas, frente a solo el 30 % en 1950. No hace falta decir que la infraestructura de nuestras ciudades está bajo una presión cada vez mayor, todos en un momento en que las ciudades necesitan conservar mejor los recursos naturales. Si bien gran parte de la conversación pública se ha centrado en reducir nuestra demanda de recursos, también hay otro lado de la ecuación: descubrir formas de satisfacer la demanda de manera más eficiente.
Sobre el Autor
Martin Percival, arquitecto de soluciones de Red Hat.
Con el surgimiento de nuevas tecnologías como el Internet de las cosas (IoT), la inteligencia artificial (AI) y el aprendizaje automático (ML), muchas ciudades se están comprometiendo con estas potentes herramientas para abordar algunos de sus desafíos sociales y ecológicos más apremiantes. Esto ha dado lugar a la idea de la “ciudad inteligente”, en la que una ciudad aprovecha los datos y análisis en tiempo real para brindar servicios más eficientes y efectivos a sus ciudadanos.
Los objetivos generales de las ciudades inteligentes incluyen la optimización del servicio para los ciudadanos, mejoras en la eficiencia y ahorro de costos. Con esto en mente, las iniciativas de ciudades inteligentes pueden abarcar una variedad de funciones, incluida la gestión del tráfico, la gestión de espacios de estacionamiento, redes de energía mejoradas, sistemas digitales para energía sostenible y renovable, gestión de desastres o la optimización del alumbrado público. Sin embargo, para aprovechar IoT, AI, ML y 5G y ofrecer la ciudad inteligente, también necesitamos informática de punta.
Habilitación de ciudades inteligentes con ventaja
Edge computing se refiere a la idea de manejar la computación y el almacenamiento muy cerca de donde se generan los datos. La ventaja de esto es que los datos no necesitan viajar de ida y vuelta desde un centro de datos lejano, lo que reduce la latencia y, por lo tanto, permite que el software funcione de manera más rápida y efectiva, sin el riesgo de interrupciones del servicio causadas por retrasos en la transmisión.
En una ciudad inteligente, los datos se pueden procesar en el borde de una red en los sensores o puertas de enlace al costado de la carretera, y solo los resultados intermedios agregados deben enviarse más lejos a un centro de datos para el procesamiento central.
Edge computing también permite una mayor resiliencia de la red, ya que los datos no necesitan viajar tan lejos para ser procesados, lo que reduce el riesgo de interrupción. Poniendo esto en práctica, la computación de punta permite que tecnologías como 5G y sistemas IoT funcionen de manera más efectiva y que la ciudad inteligente tome forma.
Nuevas tecnologías y vanguardia
Con la adopción de la computación perimetral para las redes de ciudades inteligentes que permite centralizar los datos en las instalaciones y a través de entornos en la nube, el perímetro puede admitir una gran cantidad de sistemas con velocidad, seguridad y flexibilidad. Por ejemplo, un sistema IoT para ventilación en un hospital inteligente puede reajustarse constantemente para mantener una calidad de aire óptima. Aprovechando la computación perimetral junto con ML, dicho sistema de ventilación puede reaccionar en poco tiempo a las condiciones cambiantes del aire y la calidad en el sitio.
Otro socio para el borde cuando se construyen ciudades inteligentes es 5G. 5G será esencial para casos de uso muy complejos, como la gestión avanzada del tráfico en áreas urbanas densamente pobladas, debido a su alto ancho de banda y baja latencia, lo que permite que los dispositivos en la red se comuniquen rápidamente y coordinen decisiones críticas entre sí.
Sin embargo, para garantizar que dichas redes se puedan implementar de manera segura y eficiente, es esencial asociar las capacidades de 5G con la computación perimetral. La gran cantidad de datos producidos en tales redes nativas de 5G significa que el almacenamiento y el cómputo locales son vitales, ya que los centros de datos remotos junto con grandes volúmenes de datos pueden imponer demoras inaceptables en procesos críticos que son esenciales para la seguridad pública.
Realizando la ciudad inteligente con ventaja
A medida que crece la cantidad y variedad de datos necesarios para hacer funcionar las ciudades inteligentes, la infraestructura basada en la computación de punta abordará algunos de los desafíos más fundamentales que enfrentarán las ciudades inteligentes.
Los desarrollos en IoT, AI y 5G se están volviendo centrales para la visión de la ciudad inteligente. A nivel operativo, debemos buscar aprovechar la computación perimetral para realizar las funciones que atenderán estas tecnologías. Al poner esto en práctica, la ciudad inteligente puede depender de Edge para admitir una serie de tecnologías asociadas, como redes 5G e IoT, para una variedad de tareas.
En medio de una época de crecimiento sin precedentes y desafíos ambientales cada vez mayores, las ciudades globales están bajo presión para encontrar formas nuevas y mejoradas de hacer que nuestros centros urbanos sean eficientes y sostenibles. La ciudad inteligente, al permitirnos asignar recursos en función de la demanda en tiempo real, es una parte esencial de dicho movimiento.
Las ciudades pueden usar estas tecnologías con ventaja para satisfacer las necesidades de las poblaciones urbanas en crecimiento y optimizar el uso de los servicios. También pueden usar análisis para conservar mejor recursos como aire fresco, energía, agua y administrar sistemas clave como iluminación, calefacción, ventilación y aire acondicionado. Esto, a su vez, ayudaría a brindar servicios urbanos más rentables, sostenibles y capaces de mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos.
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