Ese primera pandemia del siglo XXIMarcará un antes y un después. El confinamiento mundial obligó a una transformación digital acelerada con efectos que seguramente seguirán impactando todos los aspectos de nuestras vidas. Desafortunadamente, estos cambios también están sujetos a eso. brecha digital y tecnológica, que se acentúa aún más durante esta pandemia de casi 2 años.

Un ejemplo de la adopción acelerada de tecnologías relacionadas con la pandemia ha sido el uso de la inteligencia artificial (IA) para responder a los retos que plantea la pandemia enfermedad covid-19. La IA ha sido fundamental en el desarrollo de vacunas y medicamentos, la gestión de la telemedicina, la evolución hacia el trabajo remoto y el desarrollo de proyectos de innovación. La videoconferencia, una tecnología poco utilizada no hace mucho, ahora es omnipresente no solo en el ámbito profesional, sino también en la vida social y familiar.

El pasado mes de octubre tuve la oportunidad de asistir a un congreso sobre transformación digital hacia una sociedad inteligente, donde discutimos que el desarrollo y adopción de tecnologías son fundamentales para el desarrollo de los países y la competitividad a escala global, por lo que el mercado laboral de profesionales centrado en la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas “STEM” está aumentando. Es importante no quedarse atrás en esta área.

El mundo posterior a la pandemia verá un auge en la automatización, el uso de modelos predictivos y el aprendizaje automático. En los próximos 5 a 10 años podríamos ver cambios en todas las áreas de nuestras vidas en formas obvias como el futuro del trabajo, la educación y el comercio y en formas más sutiles como nuevas formas de discriminación basadas en perfiles digitales creados con “Big Data”. el impacto de la desinformación en el tejido social y la dilución de la privacidad, áreas donde la IA juega un papel importante, aunque no nos demos cuenta. Lo que viene a continuación es un desafío.

Ciertamente, hay preguntas importantes que debemos hacernos en un contexto global cada vez más impulsado por la IA. Asimismo, debemos promover estrategias y políticas nacionales que integren la IA. Esta racha de innovación impulsada por una pandemia es la oportunidad perfecta para finalizar la implementación de una IA transparente, responsable y centrada en el ser humano. No se trata solo de las capacidades y promesas de la IA, sino también de cómo se usa. Las nuevas formas de usar los datos plantean nuevos desafíos a la privacidad, la responsabilidad y la transparencia de los usuarios para mitigar los sesgos no deseados que podrían conducir a resultados discriminatorios o abusivos.

Para México, se ha hecho evidente la urgente necesidad de acelerar el despliegue estratégico de las tecnologías digitales y aprovechar las capacidades existentes. Nuestra membresía en Global AI Alliance, una iniciativa de Francia y Canadá en la OCDE, nos brinda la oportunidad de participar en el debate sobre teoría y aplicación práctica con principios éticos.

Por Dulce María Valle Álvarez, ASEM*

*Ministra para el Diálogo Bilateral, Asuntos Multilaterales y Cooperación

MAAZ

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