- Para contrarrestar este proceso de transformación, se requiere un enfoque de planificación estratégica, coordinación y control en el ámbito de la gestión jurídica
La utilización de métodos de gestión de proyectos, procesos y tecnologías para mejorar la eficiencia empresarial es un hecho consolidado en muchos sectores y actualmente la industria legal está empezando a cosechar sus beneficios (Legal Project Management, en adelante LPM, y Legal Process Improvement, en adelante LPI), y la aplicación de soluciones tecnológicas que permitan una mayor agilidad en las tareas que requieren mayor esfuerzo por parte de los abogados o asesores legales.
La aplicación de métodos en el ámbito jurídico, como la gestión de proyectos o la gestión por procesos, está cambiando fundamentalmente la forma anterior de trabajar en equipo, tanto en los despachos de abogados como en las consultorías.
Dada la inteligencia de la industria, los despachos de abogados y consultorías se enfrentan desde hace varios años a un proceso de transformación ante hechos ineludibles como el naufragio tecnológico, las crisis económicas o la intensificación de la digitalización ante el ya conocido Covid-19.
A esto hay que añadir una nueva realidad; el perfil del nuevo cliente, más tecnológico, más global, más informado, con una sensibilidad al precio relativamente alta y una necesidad de inmediatez que exige no solo un alto nivel de conocimiento técnico sino también una mayor eficiencia y valor añadido de los servicios adquiridos, sin olvidándose de una transparencia más práctica.
¿Te gustaría leer el contenido completo y el resto de publicaciones de AJA 983?