Por Gerardo Rivadeneyra | 12:36 4 de abril de 2022
Cuando se trataba de herramientas tecnológicas que se ocupan de las operaciones del día a día, muchas organizaciones solo vieron una fuerte inversión o gasto adicional, pero a raíz de la pandemia, hubo un cambio centrado en la adopción de nuevas tecnologías que antes no creían. necesario.
Actualmente, las organizaciones tienen múltiples puntos débiles en la integración de herramientas tecnológicas centradas en la estrategia que se exacerban cuando se ven como algo adicional a las operaciones y no están interconectadas.
Según César Ceballos, Director de Tecnología de Advanced Management Consulting Group (AMCG), firma experta en mejores prácticas de gestión ejecutiva, todo comienza con la planificación estratégica, fase en la que todo el plan de negocio está definido por tres grandes momentos: la planificación (cuya metodología y cómo implementarlo), ejecución (si ya se implementó internamente) y gestión (donde se miden los resultados de manera práctica).
A pesar de que casi todas las empresas se adhieren a la creación de este plan alineado con la visión, el porcentaje que lo deja de lado es alto porque cree que lo cotidiano es más importante.
“Eso lo hemos visto en un alto porcentaje de organizaciones en el mercado”, dijo el especialista.
En el contexto de la pandemia, Ceballos destacó que la mayoría de las organizaciones empezaron a pensar más en sus procesos, recortando costos, ahorrando operaciones y dejando de lado la estrategia, pero “ahora todos están mirando cómo se están reinventando y replanteando cuál es la estrategia que van”. seguir”.
En el caso de los proyectos de tecnología, agregó, generalmente se miden por dinero, por fases, por ejecución o por el mandato de una oficina de gestión de proyectos (PMO), pero no por el objetivo en movimiento.
“Lo que necesitamos es entender que los proyectos en curso afectan las metas estratégicas; Aquí viene un análisis de si realmente estoy invirtiendo los recursos en el proyecto correcto. Es muy importante que las plataformas para gestionar la estrategia tengan esta conexión”, agregó.
Estas plataformas no solo deben ser amigables y colaborativas, sino que también necesitan aceptación en la cultura organizacional, ya que las personas tienden a verlas como un complemento de su trabajo.
“Puedes implementar cualquier herramienta que creas que se adapta mejor a tus necesidades, pero si los usuarios no la actualizan, habrá costos adicionales”, dijo.
Liderazgo, equipo y tecnología en primer plano
Ceballos Mondragón identificó tres determinantes de una buena gestión estratégica: liderazgo, equipo y tecnología.
“A menos que vaya de la mano del líder de la organización, nadie le da a la estrategia la importancia que exige; muchas veces hay una idea muy buena, pero cuando tiene que calar en las distintas áreas de la organización, se la merma, se diluye, porque no hay apoyo como tal por parte de ninguna dirección o liderazgo suficiente; Todo el esfuerzo es en vano”, afirmó.
En cuanto al equipo, el experto señaló que es importante fiscalizar la parte de gestión de la estrategia, por lo que incluso existen equipos de fiscalización específicos como una oficina de gestión de la estrategia (OGE) o la gerencia de dirección y/o planificación, ya desempeña un papel en las organizaciones, pero aún depende en gran medida de su tamaño y cultura.
En cuanto a la tecnología, agregó que hay herramientas que soportan diferentes métodos de planificación, pero hay tres componentes principales que se deben gestionar: “El logro de la meta y cómo lo mido, estos son los indicadores. Y lo que estoy haciendo para lograrlo, las iniciativas”, dijo en referencia a los diferentes métodos que existen.
Actualmente las plataformas están en la nube, lo que reduce costos y tiempos de implementación y por lo tanto es más accesible para las empresas.
“Es importante tener una plataforma tecnológica. Muchas organizaciones utilizan los conceptos básicos, hojas de cálculo y diapositivas para crear presentaciones en forma de informes; es un buen comienzo si tiene un panel de solo indicador, pero ¿cuántas versiones del mismo archivo hay? ¿Qué sucede cuando hay varias juntas que alinean a toda la organización? ¿Cuánto tiempo dedican a crear los informes? ¿Dónde veo el impacto de los proyectos?”, dijo.
Por ejemplo, ClearPoint Strategy es una herramienta que permite administrar la estrategia integrando operaciones, mostrando el desempeño de la organización de un vistazo y con semáforos. Habilita varios métodos como mapas estratégicos (BSC), mapas de riesgos, mapas de procesos e incluso OKR, entre otros.
Se conecta a otros sistemas como ERP o BI para la automatización de la información, integra flujos de trabajo, informes dinámicos, notificaciones y recordatorios.
Agregó que es importante que las organizaciones realicen Reuniones de Análisis de Estrategia (RAE) donde verdaderamente se toman decisiones en base a resultados; Una herramienta tecnológica permitirá que estas reuniones sean eficientes, teniendo una única fuente de información, fiable y en tiempo real, y no convirtiéndose en reuniones para comprobar los datos.