Si tuviéramos que hacer una primera aproximación a través de buscadores y sitios web para saber qué es la inteligencia artificial y en qué consiste, nos encontraríamos con que se entiende como una forma automatizada, rápida y eficiente de que los sistemas informáticos tomen una decisión después de que ” aprendido” los datos ingresados ​​previamente en ellos y utilizando una base de datos de algoritmos.

La inteligencia artificial es capaz de almacenar cualquier tipo de información y “aprenderla” en un área determinada y luego usar ese conocimiento para resolver un problema que se presente, tal como lo haría un humano. O mejor.

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Recientemente, el campo de acción de la inteligencia artificial se ha ido ampliando cada vez más. Ya no se limitan a convertir garabatos en obras de arte de tal o cual pintor, sino que los crean, producen “originales”.

Inteligencia Artificial y Justicia

Asimismo, se empieza a utilizar la inteligencia artificial en los procesos de selección y selección de personal para un puesto de trabajo. Incluso ha llegado al estado; De hecho, existe una demanda creciente para permitir que el poder judicial haga un mayor uso de la inteligencia artificial en el trabajo diario del poder judicial.

La inteligencia artificial puede ser una herramienta en la reformulación de procedimientos, pero no es lo único a considerar.De: phonlamaiphoto – stock.adobe.com

La tecnología en general ha dado grandes pasos para acelerar los procedimientos judiciales. Antes de la pandemia, la introducción del domicilio y del DNI electrónico supuso la simplificación de los informes y por tanto de los plazos, lo que supuso una reducción de la duración del procedimiento.

No hay duda de que los avances en las comunicaciones electrónicas perdurarán, demostrando ser una oportunidad de oro para diseñar nuevos marcos procesales; máxime teniendo en cuenta que el Código Procesal Civil y Comercial de la Nación tiene más de medio siglo de antigüedad, sin perjuicio de las diversas reformas parciales.

En este sentido, no podemos dejar de destacar que si bien la inteligencia artificial puede ser una herramienta quizás fundamental en la reformulación de procedimientos, no es la única que debe tenerse en cuenta. Hay que recordar que también han luchado por una justicia cercana y cercana a los imputados; un sistema de justicia que no solo sea rápido y eficiente sino también justo; en otras palabras, un juez emocionalmente inteligente.

inteligencia emocional y justicia

La inteligencia emocional está ligada a la empatía para tomar decisiones en base a las emociones y sentimientos de otras personas y a comprender que “los demás” están haciendo lo que pueden con las herramientas que han adquirido a lo largo de la vida. Una vida que es la única que pudieron conocer porque es la que les tocó vivir y la que no eligieron. Una vida en la que es difícil aplicar estrictos estándares de conducta para tomar decisiones que afectan la calidad de vida de un ciudadano de nombre y apellido que vive en su casa (alquilada o comprada) gracias a un trabajo que no le gusta. pero eso (en el mejor de los casos) te ayudará.

La Justicia Nacional Civil de Familia de CABA cuenta con la misma cantidad de juzgados que hace más de veinte años, a pesar de que la población de esta ciudad ha aumentado significativamente.

La litigación, por su parte, ha crecido en una progresión casi geométrica, lo que significa que el aumento no es el resultado de aplicar una simple regla de tres: si hay diez mil casos por cada millón de personas, habrá veinte mil por cada dos millones. . No; Los problemas familiares se acentuaron más y, como no podía ser de otra manera, el surgimiento de nuevas realidades no trajo soluciones legislativas. Como resultado, la situación empeoró, en parte porque los tribunales, atrapados en la trampa de las leyes y códigos de una época pasada, quedaron prisioneros de la novedad y eventualmente se convirtieron en una parte más del problema insoluble de la crisis. confiado

Se necesitan jueces más calificados, intelectual y emocionalmente, con capacidad para decidir casos concretos que involucren a personas de carne y hueso,Se necesitan jueces más calificados, intelectual y emocionalmente, con capacidad para decidir casos concretos que involucren a personas de carne y hueso,Por: Dmitri Guzhanin | gráfico inicial – stock.adobe.com

Crisis que acaban por desintegrar a los implicados: padres, menores (sobre todo) y familiares.

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Entendemos que para una mejor adaptación de la justicia de familia a la realidad actual, junto con todos los avances tecnológicos que pueden ayudar a resolver los problemas, se necesitan más que juzgados equipados con herramientas como la inteligencia artificial. Se necesitan más jueces (con el personal adecuado) que estén intelectual y emocionalmente calificados y que tengan las habilidades para decidir casos específicos que involucran a personas de carne y hueso cuyos intereses no solo son medibles económicamente sino también afectivos, personales e íntimos.

Será necesario el compromiso de los funcionarios y personal judicial conscientes de lo que se está trabajando y de las consecuencias que puede tener, ya que los menores son, sin duda, “material peligroso, combustible y/o de riesgo”. Por eso el paso del tiempo con ellos siempre será determinante y decisivo: porque no volverá; La infancia, la niñez y la adolescencia, cuando terminan, no vuelven a comenzar, y no existe tasa de interés que pueda compensar el ausentismo causado y derivado o resultante del proceso.

Estos son los problemas a resolver en la justicia familiar, de ahí el necesario e innegable recurso a la justicia con inteligencia emocional; porque al final del día seguramente estará más cerca de aquel que, con la vida a cuestas, ante los jueces, pide ayuda para resolver un conflicto y a quien en algún momento hay que explicar decisiones tomadas, muchas veces, si no todo, afectando el corazón (esa parte de la persona cuyas razones la razón no entiende).

dr. José Lacambra Barbón es Profesor Titular de Filosofía Jurídica y Contratos de la Universidad del Salvador.

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